Se vive con el pensamiento puesto en los demás, saber de ellos, indagar en su vida, si se puede, profundizar en ella. Lo más lógico sería, que fuésemos un referente para ellos. Lo imperfecto e impersonal es no satisfacer los sentimientos de los demás.

 Se podría decir igualmente, que en la vida se producen múltiples estímulos que ahondan en el fondo del ser humano, produciendo beneficio, bienestar, e incluso cierta tranquilidad del alma.

Ser médico por encima de todoCuando llega la edad de retirarse de las labores establecidas, guiadas, aceptadas o no, es la edad cronológica, la que marca el capítulo de la jubilación. ¿Qué es la jubilación? Apartar a una persona de su trabajo, bien por la edad o por otra eventualidad. Hablamos de la generalidad. Existen casos en que por la calidad de vida en el desarrollo existencial, madurez, enfermedades, movimientos geográficos o agotamiento físico-psíquico, hay que abandonarla prematuramente.

Porqué no establecer para jubilarse una edad para cada actividad. Y dentro de ésta para cada especialidad, subespecialidad y así sucesivamente. El pensador se jubila con la muerte ya que lo suyo es enseñanza para los demás e interviene de manera transversal en la persona.

La edad de los 40 años marca un estudio retrospectivo de nuestro pensamiento y un análisis exhaustivo de lo que se ha hecho. Poco en el sentido estricto de la palabra. Cuando empezamos a darnos cuenta que estamos en el mundo ¿Cuántos años han pasado? Nuestros pensamientos están en la lucha por adentrarnos en la comunidad, los estudios, el trabajo, la lucha por el amigo. Ya es bastante.

Con la madurez, volver a empezar, pero todo es distinto. El ideal se desvanece, con lo cerca que parecían. Los problemas con la sociedad se agravan y empezamos a enrolarnos en la noria de la vida, dándonos cuenta que “cualquier tiempo pasado fue mejor”, como escribía Jorge Manrique en “Coplas a la muerte de su padre”, aunque hoy esta frase ha quedado obsoleta.

 

 

Capítulo 1

Decir que la vida es ilógica no es cierto, al final prevalece lo pensado o realizado a lo largo del tiempo de la existencia vital. Llega lo impensado pero intuido. 

La tierra en donde convive la sociedad humana, palabra tan pequeña para contexto tan amplio, está formada por una sucesión de acontecimientos en la cual cada uno desarrolla sus proyectos según sus inquietudes. Estas inquietudes no son impulsos, sino más bien diríamos son reacciones preestablecidas o portadoras (genes) desde el mismo instante en que nacemos y que vamos desarrollando hasta el momento en el cual nos encontramos.