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El nuevo presidente de la Federación Española de Fútbol ha empezado con mal pié, aunque parece que no hay quien le “tosa”, ya que todos van en el mismo barco, sobre todo la “clac”, el periodismo en general, subrayando al “deportivo”.  

Qué bien le ha venido a éste, sí, me refiero  al “presi”,  el nuevo Gobierno del PSOE, y viceversa, para iniciar un nuevo conflicto para entretener, y a la vez, distraer. Es el brazo político del Ejecutivo en lo que se refiere al fútbol. Para mejorar con la sintonía de lo mal hecho, el nuevo cargo de seleccionador recae en Luis Enrique, persona conflictiva, demostrado en su vida profesional por donde ha pasado, y que ha dejado huellas profundas y nocivas.

El nuevo seleccionador nacional va de la mano de los catalanes y está evidenciando con creces su fobia al Real Madrid, por algo que todos sabemos el motivo. Lo excluyeron del equipo blanco por su forma de ser y poco compañerismo, que se palpó marchándose al equipo de “su vida”, el Barça.

El debut de Rubiales ha sido de enfrentamiento y mala gestión. Destituye a Lopetegui al inicio del Mundial de una forma imprudente e irresponsable, no sabiendo tomar medidas por estar mal  asesorado. Ahora el presidente de la FIFA, dice que es acertada la decisión tomada por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol al “echar” a Lopetegui. Europa nos va a enseñar lo que tenemos que hacer, y ver si lo que hacemos está bien o mal. Lo mismo que está ocurriendo con el conflicto catalán, en donde unos “alemanes” quieren cambiar nuestras leyes. ¡A dónde vamos a llegar!

Se palpa la mala situación que está atravesando nuestro país. Existe una mala praxis y falta de adecuación en aspectos importantes del entorno en el que nos movemos. Nos encaminamos hacia un caos total, desabastecidos de informaciones veraces y que traen cierto  desasosiego. No existe concreción en lo que se dice por parte del Gobierno y falta la fluidez clara para que se puedan tomar opciones legítimas.